El pasado 17 de Agosto nuestro hijo Federico cumplió un año...guau...Mientras le veía comer su primera tarta de chocolate rodeado de sus primos, pensaba en que quizás por primera vez llegaba a la sana conclusión de que no me arrepentía de nada de lo que he hecho en mi vida. Cada fracaso, cada victoria, cada error, cada acierto, cada lágrima, cada risa, todo me había conducido a ese instante. Un momento de plena felicidad. Un momento de plena conexión con las emociones de otro ser humano.
Ayer, cenando, me reía con unos amigos, también padres, de lo duro que es esto de la paternidad. Porque es duro. En ocasiones demasiado. Pero incluso eso consiguió que estalláramos a carcajadas hasta acabar llorando de la risa. Es duro, si, pero hasta eso te hace feliz.
He tenido el privilegio de participar activamente en la crianza de mi hijo, renunciando a parte de mi trabajo para cuidar de el por las mañanas. Soy un afortunado.Y animo a todos los futuros padres, que puedan, a hacerlo. Os prometo que es lo mas maravilloso que jamas me haya sucedido. Y también os prometo, que a los pocos meses mirareis de otra manera a vuestras madres. Así que desde aquí, gracias mamá estés donde estés. Gracias.
Ayer, cenando, me reía con unos amigos, también padres, de lo duro que es esto de la paternidad. Porque es duro. En ocasiones demasiado. Pero incluso eso consiguió que estalláramos a carcajadas hasta acabar llorando de la risa. Es duro, si, pero hasta eso te hace feliz.
He tenido el privilegio de participar activamente en la crianza de mi hijo, renunciando a parte de mi trabajo para cuidar de el por las mañanas. Soy un afortunado.Y animo a todos los futuros padres, que puedan, a hacerlo. Os prometo que es lo mas maravilloso que jamas me haya sucedido. Y también os prometo, que a los pocos meses mirareis de otra manera a vuestras madres. Así que desde aquí, gracias mamá estés donde estés. Gracias.
Abrazos y besos.