Desde que supe que iba a ser padre no paro de observar a mis sobrinos Samu y Erika. De los mismos padres, educados en la misma casa y bajo las mismas normas, y todo esto aderezado con el mismo, a raudales, cariño. Son distintos no. Lo siguiente. El mayor es un tipo noble, paciente y en ocasiones tímido, y la peque es simpática y salerosa como ella sola, pero eso si, con carácter. Pura dinamita.
Abrazos y besos,
Alejandro Almieda.