Con la mayoría de los clientes uno tiene cierta conexion. Esta comienza desde el momento que te eligen. Les gusta tu trabajo y tu forma de fotografiar, y eso como fotógrafo te llega. Pero hay con determinados clientes con los que hay magia. Este es el caso de estos dos chicos, Juan y Elaïne. Juan era alumno mio y, ya desde el principio, hice muy buenas migas con el. Un tío educado, discreto y con un sentido del humor muy fino. Elaïne es un torbellino de sonrisas, carcajadas y buen rollo. Brutal. Un reportaje que recordare toda la vida ya que en el descubrí a Chris Orwing y su poesía de la imagen (Mil gracias Juli!!!). También fui testigo excepcional de una de las ceremonias y celebraciones con mayor sentimiento que jamas haya visto.
Estas fotos son producto de la inspiración y trabajo en equipo entre Julian Rodriguez Moya y Alejandro Almeida, el menda lerenda!!
Espero que os gusten!!!